El acto de fotografiar
Sí, es semejante a un cazador, la presa del fotógrafo es audaz y sin se dispara en el momento preciso con la luz precisa y el diafragma preciso, no habrá forma alguna de poder captar un momento preciso en el tiempo. Quedará como testimonio fiel de aquel memorable, alegre, importante, desagradable, maravilloso… momento o cualquier que sea la sensación del momento.
Sí es un documental, reportaje, testigo gráfico, vocero, y demás . La estructura de la condición cultural no está contenida en el objeto del fotógrafo, sino en su mismísimo acto.
Mientras la cámara no sea completamente automatizada, sus categorías se inscribirán en su exterior y podrán ser manipuladas ahí.
Estas son las categorías de espacio y tiempo fotográficos, las cuales no son newtonianas ni einstenianas, y dividen el espacio-tiempo en varias regiones distintas.
Existen diferentes regiones; paisajes en si, formas concretas y caprichosas dignas de fotografiar, pero hay que encontrar el momento idóneo, combinadas ( la estructura de espacio-tiempo) en cada acción, conjugándose en un juego.
La elección de trabajo sobre la manipulación de la misma cámara se encuentra restringida por las categorías de la cámara.
Hay un estrecha relación entre el fotógrafo y la cámara en relación que la cámara hace lo que desea el fotógrafo, pero a su vez el fotógrafo realiza lo que la cámara esta programada.
Ningún fotógrafo puede aspirar a tomar todas las fotografías posibles. La imaginación de la cámara es mayor que la de cualquier fotógrafo del mundo. Este es el verdadero reto de la fotografía.
El acto de fotografiar esta constituido por una secuencia de saltos mediante los cuales el fotógrafo vence las diversas barreras invisibles que separan las distintas regiones del espacio-tiempo fotográfico.
La fotografía.
La fotografía es omnipresente, significan situaciones que han sido impresas automáticamente sobre superficies; que son situaciones que de algún modo provienen del mundo exterior.
En el mundo exterior no es posible en encontrar situaciones blanco y negro, pues el blanco y el negro son límites, son situaciones ideales. El negro es la ausencia de luz; el blanco es la presencia total de luz.
Las fotografías en blanco y negro son semejantes al maniqueísmo, excepto en que se abstraen las cámaras.
Lo que se afirma de los colores de una fotografía también es aplicable a cualquier elemento de la imagen.
Al reducir la intención del fotógrafo a su esencia, descubrimos lo siguiente: la intención es codificar al concepto que el fotógrafo tiene del mundo, transformando esos conceptos en imágenes, su intención es utilizar la cámara para ese fin, su intención es mostrar a otros las imágenes así producidas, para que las imágenes lleguen a ser modelos de las experiencias, del conocimiento, de los valores y de las acciones de otras personas, su intención es preservar esos modelos lo más posible.
La intención del fotógrafo es hacerse inmortal en la memoria de otras personas, informando a esas personas mediante las fotografías. Desde el punto de vista del fotógrafo, lo importante de la fotografía son sus conceptos ( y la imaginación que resulta de estos conceptos); el programa de la cámara está echo para servir a este propósito.
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